Tu risa es un portal donde acostarse,
es tu identidad evaporada
es el equilibrio de tu vida.
Tu voz es la paz de mis días y hasta mi propia voz,
es un vergel para sembrar verdes,
es la saeta para herir a tigres.
Tu piel es la constante de tus pasos,
es una espuela a mi verso,
es la luna que siempre he querido me emborrache.
Tus ojos son dos lagos que invitan a bañarse sin ropas,
son dos tiempos de hacerme un garabato
son dos candeleros que me alumbran estos deseos locos cuerdos.