Desde hace más de una década conozco a Lucía Muñoz Maceo, una mujer que embruja desde el primer encuentro, una poetiza que algún periodista calificó como “la novia eterna de Bayamo”, acaso por esa intimidad de versos que ella tiene con la Ciudad Monumento, donde vio la luz el 2 de septiembre de 1953.
No obstante a ese lazo de más de 10 años, nunca había tenido el privilegio de entrevistarla, ni de hablar de sus 20 libros publicados o sus premios y reconocimientos conquistados en Venezuela, México, Alemania y Nicaragua.
Hace unos meses tuve esa dicha. Y comenzamos hablando sobre la musicalidad de su obra, algo que le viene tal vez de sus antepasados: ella es tataranieta de Manuel Muñoz Cedeño, el genial músico bayamés que instrumentó el Himno Nacional de Cuba.
“Soy obsesiva con el ritmo”, me confesó esta mujer graduada en Letras en la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba).
Luego dialogamos de los 18 años que pasó al frente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Granma, hecho que la convirtió, en un tiempo, en la única mujer dirigente de esa organización en una provincia.
Y después caímos en la poca resonancia que se le ha dado a su obra, quizás por ese fatalismo geográfico que han padecido ciertos escritores “del interior”, como dicen algunos.
«No me quejo —me dijo al respecto—. Un escritor se abre paso desde cualquier lugar, aunque desde provincia pase un poquito más de trabajo, a veces porque no se cuenta con condiciones mínimas. Lo importante siempre será el talento y no dejar únicamente a las instituciones en la promoción de tu obra. Debe existir una gestión personal, buscar caminos».
Ese andar y desandar por diferentes derroteros ha llevado a Lucía a cantarle al amor, a la vida, a los niños, a su ciudad natal, a la virtud de la mujer. Esto explica el nombre de algunos de sus libros: Calle arriba bajo la lluvia (1982), Amarte sin saber el día (1984), Sobre hojas que nadie ve (1994), Los más bellos bisontes de la tierra, Los cuentos de la tía Altica (2000) —agrupa historias para niños—, Mágico acertijo (2000) —poesía para niños—, El llanto de Dios (2005), Una mujer puede andar (2006).
Una de sus últimas entregas fue Amargo ejercicio, un volumen de poemas escritos con una pasión tremenda. Cada verso parece redactado con el pecho abierto y como si oteara experiencias propias y ajenas.
Pero quizá lo más llamativo en su existencia habita en la propia casa, convertida todos los días en singular taller literario. Y es que, además de la crítica perenne de sus dos hijos jóvenes, Lucía recibe a menudo el consejo o la reprobación de su esposo, el destacado escritor Luis Carlos Suárez, ganador de varios premios literarios; y de eso le pregunté en la charla.
“Vivir al lado de él ha sido un privilegio. No hay nada como tener un compañero que comparta contigo tus intereses, que te apoye y ayude en cualquier momento, bueno o malo. Él conoce el sacrificio de escribir y nunca me ha reprochado que yo me pase un largo tiempo entre papeles. Respecto a la Literatura, nos criticamos tremendamente; él me lleva contra la pared y cuando me toca yo me desquito. Los premios de Luis Carlos me alegran a veces más que a él mismo”.
En la conversación Lucía se autocalificó como una escritora que trabaja constantemente pero que, con frecuencia, demora en sacar a la luz lo que redacta. “Tardo hasta dos y tres años en publicar algo, porque lo dejo reposar y lo pulo una y otra vez. Y tengo poemas náufragos, inéditos. Otros, como los relacionados con mis padres, jamás los leo en público porque me agitan tantos sentimientos…”.
Para ella, ser escritora significa un reto en cualquier lugar del mundo. “A pesar de los avances conseguidos en Cuba, muchos siguen viendo el lado doméstico de la mujer por encima de todo; hay que seguir luchando contra eso”.
Pero, como me sentenció, “la piedra angular de la vida es no dejarse vencer por nada ni por nadie”. Hay que tener fe en lo que se hace si lo hace con honestidad, sin robarle ideas a nadie, si siempre lucha por un alma limpia. Yo estoy contenta porque logré lo que soñé».
La conozco, compartimos juntas en la Revista Mambí de nuestra querida Universidad de Oriente. Siempre la recuerdo y su imagen de mujer llena de ensueños acude por doquier. Felicidades, hacía mucho no sabñia de ti y me alegra tanto que estes lelna de éxitos. Salud y adelante¡ Milagros López
Alfredo Mordss ; Te recuerdo siempre Lucia ,Gitana del Caribe , Bayamesa Tu, Esplendorosa Cubana . Poeta del Amor de la amistad , (mi correo es : artsmordss@yahoo.com En cada lagrima que mis ojos depositan en las tierras que desando por el mundo dejo una semilla sembrada que lleva tu nombre . Grandes saludos!!!!. A > Mordss.
Aquí en este enlace pueden encontrar algunos de sus poemas y otros cientos más de otros poetas de muchos países.
http://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2010/06/203-lucia-munoz-maceo.html
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Aunque no conozcamos personalmente a Lucía, su rostro irradia confianza y sencillez, ojalá un día tenga en mis manos uno de sus volúmenes ya publicados y suerte a ella le deseo en el intento de seguir haciendo que conozcamos lo que hace, sería un placer inmenso contar siempre con sus obras en esta y las demás generaciones. Favor Osviel en tu próxima entrevista transmite a ella mi reconocimiento y el deseo de que continúe obteniendo éxitos en su empeño, también a su esposo por la labor que ambos llevan adelante.
Continuaré al tanto de lo que haces para bien de la cultura y la humanidad
Mis afectos.
Anita